¿Cómo va esa semana? Supongo que de todo un poco, pero que no decaiga ese ánimo que cada vez está más cerca el fin de semana. Yo descanso los Sábados, ¿y vosotros cuando descansais?
No podía continuar este blog sin escribir un gracias gigante. ¿Y eso?
Porque llega el momento en que empiezas en este mundo tus andanzas (otro día hablamos de cómo empecé y a qué oposito) y bueno, un opositor es una persona que está obligada a aislarse en su día a día más o menos del resto del planeta, y que pasa las horas abstraído en sus temas y ejercicios. Esto supone tener poca comunicación con tu mundo exterior. Pero tiene una gran ventaja: aprendes a conocerte aún más y sobretodo, salen a la luz tus verdaderos amigos. Aquellos incondicionales, que están ahí desde pequeños, aquellos que aunque no hablemos más que dos veces al año siempre te apoyan, aquellos que están lejos, en otros países incluso, pero que te preguntan por "Whatsapp" cómo estás, aquellos que te esperan los Sábados, tus compañeros de academia, compañeros de la uni, amigas de la residencia y muchos más.
Creo que es una gran ventaja, ¿no? Yo me considero afortunada pues para mi son un apoyo incondicional.
Pero es que además, vivimos en un mundo que cada día avanza más tecnológicamente. ¡Ya no sólo existe el teléfono! ¿Qué haríamos sin Whatsapp, Instragram o Twitter entre otros? He conocido a muchas personas que te animan cada día, que son opositores como yo y con las que me siento identificada. Que un día suben una foto triste y se les llena de comentarios de apoyo, o que otro día comparten su look de "día libre" y tú sabes qué significa eso y hasta sonries y das un "like". Así que, gracias!!!!
Pero gracias también a los que no son opositores y tratan de comprendernos: familia y demás amigos. Horarios infernales, poca libertad de salidas, no días de fiesta para hacer comidas o ir de compras... y aún así te acompañan en este camino.
Y nuestros padres, pareja y hermanos ¡no tengo palabras de agradecimiento! Porque son el pilar fundamental de apoyo de cada uno de nosotros, y pese a malas contestaciones algún día, pese a no comprender qué significa esto muchas veces, pese a no tener tiempo para ellos... siempre están aquí. Incluso adaptándose a nosotros innumerables ocasiones. Y es que, qué sería de mi sin los buenos días de mi madre por correo o sin las charlas de mi padre cuando alguna vez me vengo abajo... ;)
